RIMINI – La pasada semana tuvo lugar la 54ª edición del Salón Internacional de Turismo, una de las mayores ferias que se realizan anualmente en torno al negocio del turismo en Italia. Rímini Fiera es el lugar donde se celebra y acoge a tres salones simultáneos: TTG Incontri, salón B2B para la industria del turismo, Sia Guest, salón internacional dedicado a la recepción hotelera y Sun, salón internacional del mobiliario exterior. La feria se clausuró con favorables resultados, en total fueron 72.667 los presentes (un 5% más en relación a las cifras del pasado año 2016). Sus 2.550 expositores, 150 destinos representados, 1.500 compradores provenientes de 90 países, más de 300 eventos promovidos por IEG y socios y un aumento del 25% de las ventas al exterior, demuestran la importancia de la feria en el entorno empresarial del sector turístico.

El año pasado, España cerró temporada con casi 4 millones de turistas italianos, una subida en torno al 5% respeto al año anterior y este 2017 se superará dicha cifra. Son crecimientos moderados, según nos cuenta Maite De La Torre Campo, consejera adjunta de España en Milán, debido a que «nuestra idea no es conseguir un gran número de turistas, sino que nuestro objetivo es aumentar el gasto». Curiosamente, a pesar de que Italia es una península rodeada de mar, el turista italiano llega a España en busca de playa. Visitan sobre todo las Islas Baleares y grandes ciudades de costa, en las cuales resulta muy fácil poder combinar un turismo de mar y playa con la cultura y gastronomía.
Y es este último camino por el que se intenta guiar al futuro turista que llegue a España, al que han denominado como “cosmopolita”. Con este término se refieren al visitante que rehúsa del turismo de masas, que prefiere ciudades medianas y entornos más tranquilos, mezclando el placer con el relax, lo que se dice slow turism. Son personas muy sensibles con la ecología y el medioambiente y que reclaman naturaleza. De este modo, los estudios que se llevan a cabo, presentan una «estrategia dirigida a un turista abierto, open mind». En palabras de Maite: «Vamos a consumir turismo, pero de una forma sostenible, y eso en España lo tenemos».

Rusia es otro de los países que intenta seguir este camino de abrir fronteras a un nuevo turista. En la feria no hubo presencia de instituciones públicas del país, pero tuvimos la oportunidad de hablar con Elena Skoraja, directora del stand dedicado al tema The Russian Federation. National Tourist Union. En Rusia se conoce y visita sobre todo las grandes ciudades como Moscú y San Petersburgo, pero intentan ampliar los destinos del visitante, como puede ser el conocido como Anillo de Oro de Rusia, una zona que incluye un conjunto de ciudades al noroeste de Moscú de gran valor cultural. Bien es cierto que la mayoría de los turistas italianos que recibe Rusia prefieren viajar con paquetes turísticos, y aquí vemos la diferencia, debido sobre todo a las diferencias culturales, el idioma y el visado necesario para poder visitar el país.

Concluye así un año más la feria de mayor importancia en la península, donde demuestra ser un espacio muy interesante para hacer próspero el sector turístico, al mismo tiempo que se incluyen nuevas propuestas que muestran una mayor sensibilidad a la hora de encontrar un turismo sostenible, siendo necesaria cierta reflexión respecto al tema, aunque no existan soluciones rotundas a lo que sucede en ciudades como Barcelona o Venecia la cual, sin turistas, llegaría a ser una ciudad fantasma.
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